Una profesión con propósito

Por Yakeen Héctor Carrión, LMT, HHD, MBA

“La libertad más grande de un ser humano es su capacidad de escoger cómo responder a los acontecimientos más allá de las circunstancias”.
Viktor Frankl

Los nuevos ciclos nos inspiran, nos dan aliento y esperanza. Es un tiempo de análisis y determinación para reinventarnos, mejorar y triunfar.

El psiquiatra austriaco Viktor Frankl resaltó en su estudio del ser humano que nuestra mayor necesidad en la vida es encontrar el sentido y luego el propósito para vivirla. Desarrolló todo un sistema de valores fundamentado en esa premisa: “quién logra satisfacer tal necesidad será feliz, sin importar las circunstancias”.

Ahora, en este nueva revolución solar que comenzamos, tenemos que considerar ese principio para lograr cambios significativos en nuestra vida. Podemos hacer un análisis compasivo y preguntarnos: “¿Qué acciones le dan sentido a mi vida?”. Es posible que encuentres respuestas relacionadas a tu capacidad para ayudar a los demás, para mejorar tu comunidad, para hacer feliz a tus seres amados y al prójimo.

El servicio desinteresado a la humanidad es una de las causas de mayor satisfacción personal. Nuestra capacidad de ayudar al necesitado ha sido considerada por todas las religiones y filosofías de vida como un vehículo indispensable para la realización de la felicidad.

Seguramente es por eso que la Terapia Física se considera una de las tres profesiones que ofrecen una mayor satisfacción en la vida. Un estudio reciente de la Universidad de Chicago, publicado por la revista Forbes, reveló que la Fisioterapia es la tercera profesión que produce más bienestar a quien la ofrece.

Según la Universidad de Chicago, este tipo de trabajador tendrá una fuerte demanda en el futuro inmediato, en especial quienes se especialicen en atender grupos como los de la tercera edad y deportistas. La satisfacción de esta labor radica en la interacción social de bienestar que se establece entre el facilitador y el receptor.

El terapeuta de masaje ejerce una función muy similar a través de su servicio, puesto que con cada toque que provee para restaurar la salud va forjando lazos de sanación con sus clientes y familiares.

La capacidad que tenemos en nuestras manos, nuestra mente y corazón para reducir el dolor y lograr una rehabilitación nos inspira y nos brinda un elemento que llamamos alimento emocional. Nuestro ser emocional se alimenta gracias al amor que damos, y al recibirlo de regreso nuestra vida adquiere sentido y propósito.

Cuando el cuerpo emocional se satisface la vida se llena de color y esperanza, te sientes liberado y lleno de razones para aportar tus dones al servicio de un propósito humanitario y, por tanto, se despierta en ti un profundo deseo de vivir a plenitud y sin temor. En ese momento estás actuando como coautor de la vida, pues estás aportando aquello que solo tú puedes dar, porque naciste con el talento único para así hacerlo.

Al alcanzar esta hermosa verdad, serás feliz independientemente de las circunstancias, sintiendo tu vida colorida y tridimensional. Tu cuerpo, mente y corazón estarán integrados a un propósito holístico: el bienestar total de la humanidad.

¡Feliz renacer con sentido en este y todos los nuevos ciclos!

El autor es facilitador de cursos para terapeutas de masaje y maestros de yoga en la Escuela de Artes Místicas.