Naturismo Tropical

El Padre del Naturismo Tropical
por Marta Calero Meléndez

En Puerto Rico tuvimos la bendición de conocer a uno de esos seres que al pasar por este plano terrenal dejan huellas imborrables, trascendentales, difíciles de olvidar. El doctor Keshava P. Bhat es uno de ellos. Sus enseñanzas calaron en sus discípulos porque caminaba lo que predicaba: su sencillez daba testimonio de su grandeza y sabiduría.

Keshava P. Bhat nació el 3 de enero de 1940 en el sur de la India. Sus padres lo educaron en amoroso y respetuoso contacto con la Madre Naturaleza y en esta estrecha relación con Ella, se le revelan sus secretos. De aquí que proponga en sus enseñanzas que ya en la educación más temprana se incentive a los seres humanos a que disfruten de la naturaleza; pero, según él, “extrañamente, nadie se encarga de enseñarnos a disfrutar del amanecer y del ocaso; nadie nos enseña a escuchar el río y el canto del pájaro y el arrullo del viento y mucho menos se nos dice nada sobre el arte de percibir sabores y de mirar el cielo para contemplar la luz de las estrellas y cualquiera de las otras manifestaciones de la Madre Naturaleza, que nos sintoniza con sus ritmos vitales, a su vez claves para el equilibrio humano.” Afirmaba—como se confirmó en un sinnúmero de casos—que el ser humano puede sanar y armonizarse si logra restablecer su contacto con esa espiral ilimitada que es la Madre Naturaleza.

A los 29 años, luego de terminar sus estudios doctorales de botánica en la Universidad de Madras en la India, llega con su esposa a Venezuela. Venía invitado por la Universidad de Oriente y se establece en Cumaná. Allí nacieron sus cuatro hijos y el Naturismo Tropical. Aprende el idioma, los usos y las costumbres de los cumaneses y viajaba anualmente a otros pueblos hermanos americanos llevando su mensaje educativo de la búsqueda de la fraternidad y el bienestar humanos: Puerto Rico, República Dominicana, Nicaragua, Florida, Chicago, California, México, Colombia, Chile, entre otros. Con el transcurrir de los años, sus teorías se fueron profundizando y expandiendo hasta configurar un modelo educativo para la preservación y disfrute de la vida y, en particular, de la vida humana. Se daba a la tarea de conocer al país y a su gente, quizá como pocos nativos del lugar lo hacen, difundiendo y defendiendo sus ideas con la sencillez y la valentía propias de quien ha sido honrado con un conocimiento a toda prueba.

Con su lenguaje accesible y jovial, el Dr. Bhat hablaba extensamente del sentido de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte; reinterpretó una porción del cosmos; propuso un sistema para la identificación y clasificación de las plantas con flores; habló de las plantas útiles al ser humano y de cómo sembrarlas, cultivarlas, cosecharlas y procesarlas; explicó con profundidad el origen del estrés, colocó a la linfa como la base de la formación y el funcionamiento vital en el ser humano. Ha dejado por escrito, en sus libros, la mayoría de sus enseñanzas. Y, por sobre todo, con su ejemplo, modeló una forma saludable de vida, acorde con los ritmos de la naturaleza, con una visión totalizadora del saber y del ser humanos.

El maestro siempre invitaba al razonamiento, a cuestionarse incluso aquellos postulados sostenidos por la ciencia. ¿Cuántas veces descubrimos, como él afirmaba, “que ese embuste no era verdad”? ¿Cuantos hábitos o creencias importadas y no razonadas se vinieron abajo? Cuando la Madre Naturaleza nos ofrecía un cielo claro, despegado, ¿qué televisor podría competir con los espectáculos celestes observados y estudiados en las sesiones de televisión naturista con el maestro? Sus teorías nos revelaron la relación del ser humano con su ambiente natural: los cinco elementos y los seis sabores, los cinco cuerpos, el ahorro y del ahorco, la ley de abuela, el sistema linfático y el movimiento espiralado del universo. ¡Qué manera tan sencilla de aprender con él a conocer sabores y olores nuevos, descubiertos ahora por un ser iluminado que veía la esencia verdadera de todas las cosas! ¿Cómo no apreciar y respetar ahora el valor de todos los matojos, las mal llamadas malas yerbas, para la recuperación de la salud perdida?

El hombre, su vida cotidiana y académica, el conocimiento generado, su práctica, sus libros y su escuela, su amistad y sus amigos, todo ello constituye el Naturismo Tropical. El maestro y lo enseñado, lo aprehendido y construido, no pueden ser separados del aprendiz, el aprendizaje, su entorno y su tiempo. El conjunto es una unidad dinámica en desarrollo. El Naturismo Tropical propuesto por el Dr. K. Bhat se basa en la realización de los valores esenciales del hombre. La bondad, como valor humano, se expresa en su máxima: hacer el bien siempre que sea posible y antes que nada no dañar. La buena alimentación y un estilo de vida sano son los fundamentos prácticos a través de los cuales los aspirantes y naturistas ordenan su vida.

Si analizamos su definición de lo que es el Naturismo—una ciencia humanizada que explora, describe, interpreta y predice acontecimientos que tienen lugar en el mundo físico, pero sin el interés de competir para que unos se beneficien más que otros, sino con el sentido de cooperar para que todos seamos ganadores—nos percatamos de la afinidad y concordancia de sus propuestas con los ideales del cooperativismo.

Sólo nos resta el deber de continuar su misión: ayudarnos a recordar quiénes realmente somos. Sigamos sus enseñanzas, sin olvidar los lemas básicos del Naturismo Tropical: “Antes que nada, no dañar” y que “los valores humanos están por encima de los valores económicos” (K. Bhat). Este será nuestro mejor homenaje a tan incansable luchador y la deuda contraída por haber tenido el privilegio de conocerlo.

Sus principales obras publicadas: Herbolario Tropical (1981) Qué, cómo y cuándo comer (1984) Guía del buen comer (1987) Las bases del naturismo, naturaleza y bienestar humano (1991) El sentido de la vida (1993) La vuelta al conuco, producción naturista para un mundo en crisis (1996) Good Bye to Ruling Scientific Model, Proposal for a New Science (1997) Helical Helix (2008) El maravilloso mundo linfático (2009).